El
Folklore de Castilla-La Mancha: Los Montes de Toledo. La seguidilla.
La seguidilla junto
con el fandango y la jota son las tres piezas más importantes del folclore
español además de ser la más representativa de Castilla-La Mancha.
La manchega o seguidilla
manchega es una música, canción y baile popular declarada BIC en la categoría
de Bien Inmaterial.
Es de ritmo vivo y
alegre. Aunque no se conserva fidedignamente su primitiva estructura sí lo han
hecho sus letras. Era tocada por guitarra, laúd y bandurria con acompañamiento
de instrumentos de percusión como las castañuelas, el almirez, pandereta,
pandero, botellas de anís con llave.
No sólo son típicas de
Castilla-La Mancha también de las Comunidades Autónomas de Madrid,
Castilla-León (Segovia, Ávila y Burgos) e incluso a Canarias.
Su origen se remonta
al s. XV incorporándose a la mayoría de obras de teatro español de la época y en
la tonadilla escénica del s. XVIII. Decía de ella Quevedo: “arrinconaron a las rancias danzas de reverencias que se acompañaban
de arpa y rabel“.
Esta manifestación de
música popular se extendió por el sur y centro de España donde encontramos
distintas variedades (sevillanas gitanas, seguidillas murcianas, seguidillas
manchegas…).
Podemos encontrar dos
formas de seguidilla: simple o compuesta.
La compuesta está
formada por una seguidilla simple o copla y un estribillo. La seguidilla simple
está formada por 4 versos con la siguiente medida: 1º verso (heptasílabo: 7
sílabas), 2º verso (pentasílabo: 5 sílabas), 3º verso (heptasílabo: 7
sílabas) y 4º verso (pentasílabo: 5 sílabas).
La seguidilla simple
tiene rima asonante o vocálica en los versos pares (2º y 4º) quedando sueltos
los impares (1º y 3º).
El estribillo tiene
una estructura de tres versos: 1º y 3º pentasílabos con rima en asonancia y el
2º heptasílabo, suelto.
Si la copla consta de
7 versos, ésta se divide en dos partes: los cuatro primeros versos y el
estribillo o estrambote con los últimos tres versos que completa el sentido de
ella. Riman 2º y 4º y 5º y 7º. Los versos 1º, 3º y 6º son heptasílabos y el 2º,
4º, 5º y 7º pentasílabos.
La introducción es
instrumental con un número variable de compases que sirve de preludio o aviso a
los bailarines que esperan elegantemente el comienzo del baile. Las mujeres con
las manos en las caderas o con una mano en la cadera y otra extendida a lo
largo de la saya y los hombres con las manos en las caderas o cogidas por la
espalda.
Se inicia la copla y
los bailadores dan una vuelta a modo de salida para iniciar los pasos y la
coreografía.
El acorde de tónica
finaliza musicalmente la seguidilla y el baile finaliza con el característico “bien parao” (posición de desplante o cierre
que la pareja de danzantes hace al terminar cada copla, quedando completamente
inmóviles y ocupando el lugar de inicio). Se vuelve a comenzar y se repite todas
otras dos veces más.
En cuanto a su
carácter de baile es una pieza de divertimento. Los cronistas hablan de que la
seguidilla fue primero una pieza literaria que después fue musicalizada y, más
tarde, bailada o coreografiada. Es una de la pieza instrumental, cantada y
bailada más antigua y genuina con un valor cultural y etnográfico evidente que
la llevan a formar parte de las Escuelas de Música y Danza de la Asociación de
Folclore Castellano-Manchego.
Esta pieza ha estado
sometida a un proceso de elaboración, transformación y revitalización
constante.
El tema más tratado en
la seguidilla es el amor pero también otros asuntos de la vida cotidiana
relacionadas con el matrimonio como la boda, los celos, los desengaños, amores
imposibles, canto a la belleza, la ausencia…
También existe otro
tipo de seguidilla llamada popularmente “picante” y otras que satirizan
materias, objetos y pensamientos.
¿Cuáles son
los antecedentes de la seguidilla?
Según los estudiosos,
los más tempranos son las jarchas hispano-mozárabes del s.XI-XII y las Cantigas
de Amigo de Alfonso X el Sabio.
El concepto “seguidilla” aparece por primera vez en la obra
Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán (1599) donde aparece la frase: “la seguidilla arrinconó a la zarabanda”.
En época de Cervantes se hizo muy popular.
La Comarca natural de
desarrollo de las seguidillas comprende las provincias de Albacete, Ciudad
Real, Cuenca y Toledo manifestándose en diferente variantes como las
Seguidillas Corridas, Boleras, Torrás, Paraíllas, Poblatas, Pardícas, Gandulas…
En el Capítulo XVIII
del Quijote, en tono sarcástico se refiere así a las seguidillas: “se rebajan a componer una clase de versos que estaban en uso
en Candaya y se llaman seguidillas”. En otro episodio D.
Quijote y Sancho se encuentran con un chico que “ iba
cantando seguidillas para entretener el trabajo del camino".
En el s. XVIII aparece
la primera colección de coplas de seguidillas que fueron recopiladas por el
notario Juan Antonio de la Iza Zamacola, que firmaba con el pseudónimo de Don
Preciso.
La seguidilla estará
en boga desde inicios del s. XVII hasta
finales del s. XIX.
A mediados del s. XX,
el profesor García Matos
marcará las pautas y realizará dibujos y comentarios relacionados con
posiciones, pasos y coreografías de las seguidillas.
Se publicaron varios cancioneros en el s. XX de las diferentes
provincias de Castilla-La Mancha con una gran cantidad de piezas inéditas que
se depositaron en el Fondo de Música Tradicional de la Institución Milá y
Fontanals dependiente del CSIC.
¿Cómo es el
traje o vestuario típico de baile de las seguidillas?
El traje femenino consta
de las siguientes prendas:
- Pololos y enaguas, con puntillas o no.
- Blusa blanca o negra, con bordados y puntillas que
sobresalen por el escote y las mangas.
- Corpiño de mangas ajustadas de terciopelo o paño negro.
- Manteo o refajo por encima del tobillo de color amarillo,
rojo o verde adornado por cenefas recortadas de fieltro ( “picao” ).
- Dengue o pañuelo de talle ( diversos colores ).
- Mandil, pequeño delantal en percal, estampado o liso.
- Medias blancas caladas.
- Zapatos de tacón bajo con adornos.
- Mantón de franela de vivos colores.
- El peinado es un moño bajo la nuca estilo rodete que se
adorna con horquillas o pasadores.
El traje masculino consta
de las siguientes prendas:
- Camisa blanca de hilo o lino con cuello bordado o no.
- Medias cubiertas con polainas de paño.
- Calzón corto, ajustado, de palo oscuro.
- Chaleco de paño negro, a veces con adornos multicolores.
- Faja roja o negra ( dos vueltas ) terminada en flecos.
- Chaquetilla de paño negro, sustituida a veces por un blusón
de algodón azul.
- Pañuelo anudado en la parte de atrás.
- Zapato negro o abarcas de piel de vaca o burro.
Ejemplo de Seguidilla.
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