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miércoles, 29 de agosto de 2018

La Jara Rosa


LA JARA ROSA:

Es una estepa siendo éste el nombre que se aplica a todas las jaras en general, son conocidas como citus que dá nombre a la familia de las cistáceas. Es un arbusto que crece en las zonas de degradación que ha sido asolada por ejemplo por los incendios.



Esta es una de las pocas especies de jaras que no tienen flores blancas, sino rosadas, de 5 cm de diámetro y solitarias o en grupos de tres o cuatro, en la terminación de las ramillas. Se da en cualquier tipo de suelo en su área de distribución (mediterráneo), aunque prefiere los suelos ricos en cal se usa con frecuencia en jardinería, este tipo de jara no es pringosa haciéndola diferente a la jara blanca que sí lo es, esta sustancia pringosa tiene la propiedad de inhibir el crecimiento de otras plantas, esto explica la gran capacidad colonizadora de esta especie que permite formar grandes extensiones de matorrales.

Crece junto a las encinas muy común y extendida en nuestra sierra, sobre todo en la parte que linda a la Jarosa, de ahí su nombre, su cultivo es poco delicado y aguanta muy bien las altas temperaturas, crece junto con el tomillo y el pino. 


Su capullito tiene forma de globo, crece con explosiones, apareciendo arrugada y poco a poco se va estirando, soltando su pereza, sus flores son grandes de hasta 10 cm de diámetro.

Su vida es corta y efímera como la de los amores breves. Sus hojas son pegajosas como la miel, produce resina que es aprovechada en perfumería. Si tocas sus hojas te dejará su recuerdo para que no la olvides, esa sustancia se denomina ládano. Tiene un aroma fuerte y tranquilizador que nos recuerda al bálsamo. Las abejas se sienten atraídas elaborando la riquísima miel de JARA.

Este tipo de jara no es pringosa a diferencia de la jara blanca, ya en su  día os informamos de la existencia de una única especie de JARA BLANCA en nuestra sierra la cual visitamos en todo su esplendor la pasada primavera, esperemos se conserve y reproduzca pues, era una especie muy grande y bonita.

Un saludo.

martes, 28 de agosto de 2018

Conejo al Ajillo


CONEJO AL AJILLO

El conejo es una de las piezas de caza menor de pelo más apreciada junto con la liebre.

La carne de conejo de campo es oscura y consistente, de sabor agradable y muy aromática, ideal para ser cocinada con diferentes salsas, arroces y para la receta que hoy realizamos “conejo al ajillo”.

Para el cocinado debemos de realizar procedimientos necesarios como serian el desollado, eviscerado (debiendo guardar el hígado, los riñones y el corazón) y el troceado.  


INGREDIENTES:
  •          1 conejo tierno
  •          1 cabeza de ajos grande
  •          1 vaso de vino blanco
  •          1 cayena
  •          Unas ramas de tomillo
  •          Unas hojas de perejil
  •          Aceite de oliva
  •          Sal


ELABORACIÓN:
  1.      Trocear el conejo en pedazos medianos, sin astillar mucho los huesos.
  2.      Pelar y picar los ajos, las hojas de perejil y las ramitas de tomillo.
  3.      Poner en una sartén el aceite de oliva, cuando esté bien caliente añadir el conejo con una pizca de sal y dorar.
  4.      Añadir los ajos, la cayena y las hierbas aromáticas, sofreír junto con el conejo.
  5.      Una vez esté todo bien dorado, añadir el vino blanco. Dejar que reduzca tapado a fuego lento e ir moviendo de vez en cuando.
  6.      Cuando haya reducido por completo probar de sal y ver si el conejo esté tierno. Si no está tierno añadir agua y dejar reducir nuevamente.
  7.      Acompañar con patas fritas, pan y vino.  



lunes, 27 de agosto de 2018

El Folklore de Castilla-La Mancha: Los Montes de Toledo. El Laúd.


El Folklore de Castilla-La Mancha:  los Montes de Toledo.

El Laúd.

Otro de los instrumentos más característicos del folclore de Castilla-La Mancha y de los Montes de Toledo es el laúd.

Su evolución y desarrollo ha dejado sus huellas tanto en civilizaciones de Oriente ( China, India, Siria, Egipto… ) como en Occidente.

En China se le conoce con el nombre de “´P’i-P’a”. Era un instrumento de cuatro cuerdas que era tocado con los dedos. Se utilizaba para acompañar poemas épicos ( batallas y hechos históricos importantes ). Existía otro tipo de mango más largo y caja de resonancia redonda que era tocado horizontalmente que se llamaba “xia tao”.

Los hindúes fabricaron otro prototipo de laúd llamado “Vinâ”.

Los primeros faraones utilizaban este instrumento junto con arpas y cítaras en las ceremonias religiosas y en las fiestas. Los artesanos sirios copiaron el instrumento.

Los griegos tenían grandes virtuosos de este instrumento pero realmente el origen del laúd actual lo podemos encontrar en el laúd oriental llamado ‘Ud que nace en el Sur de Asia, Asia Menor, Irak y Siria desde donde penetrará en la historia de la música árabe.

Los musulmanes lo llevarán a Italia y a la España musulmana ( Al-Andalus ) adquiriendo gran renombre al convertirse Al-Andalus en el centro mundial de la música y la cultura. Los comerciantes y estudiantes lo extendieron por toda Europa.

Al término árabe ud se le añadirá el artículo al, formando la palabra casi actual alaud o alaude. En la España cristiana medieval era un instrumento poco utilizado porque se estaba más cercano musicalmente a la guitarra tocada con rasgueo.

El laúd árabe era tañido con la punta de una pluma, a modo de plectro, pero su evolución en Europa pasa por ser tocado con los dedos.

Hasta el s.XIII este instrumento estaba realizado con el vaciado de un bloque de madera ( caja monoxyle ), con tapa de piel ( en el s-XVII se reemplaza por madera ), roseta central y cuerdas dobles paralelas a la caja hechas de tripas de cordero.

Los trovadores lo utilizaban para acompañar sus canciones.

El instrumento se extiende por Europa en la Baja Edad Media. Se toca en Francia ( leus, citoles, guiternes) pero fue en Italia, durante el s.XIV, cuando adquiere virtuosismo.

En España  se representa en el códice 353 del Escorial de las “Cantigas de Santa María” de Alfonso X el Sabio.



El número de notas de este instrumento superaba al de las sílabas cantables por lo que surge la tradición de enriquecer el canto “doblando” el instrumento.

La técnica de interpretación se va mejorando en el s.XV y aparecen laudistas profesionales en cortes como las de Saboya, Borgoña y Provenza que llevaban junto a su nombre en apelativo de alamand” o “alamant”, como signo d experto en este instrumento.

En el s.XVI aparece una nueva forma de laúd de 12 cuerdas en Inglaterra ( originalmente tenía 5 cuerdas ) que servía como acompañamiento de melodías pero era tocado con los dedos no como el laúd árabe.

Van apareciendo publicaciones de música de este instrumento. Destacan Spinaccino, Bossinensis, Arnol Schlick, Judenkunig, Milano y Willaert.

En 1574 formaba parte de todas las ceremonias reales y las cortes tienen músicos especialistas del laúd.


Durante 500 años sufre, a lo largo del tiempo, muchos cambios estilísticos.

Durante el Renacimiento y el Barroco tiene un valor primordial pues puede ser tocado “polifónicamente”, es decir, a varias voces que se mezclaban en el contrapunto de canciones y madrigales.

En el s.XVI este instrumento pervive en España con otro instrumento estrella: la vihuela.

Según una tesis de Adolfo Salazar, la vihuela no es otra cosa que una adaptación de la técnica del laúd a la guitarra, que fue el instrumento más popular de la España medieval.

Frente a la técnica del rasgueo de la guitarra, la vihuela y el laúd se punteaba dando mayor elegancia y sofisticación. Por lo tanto, para Salazar la vihuela sería una guitarra más pequeña, semejante al tamaño del laúd que se interpretaba siguiendo la misma técnica que el laúd.

En el Renacimiento existían laudes de diferentes tamaños, afinados en función de su tiro para tocar, a dúo, trío o cuarteto. Praetorius nos habla de siete tallas diferentes del laúd.

En el s.XVI y XVII es instrumento preferido en fiestas de la aristocracia, acompañando a los cantantes en las canciones.

En el s.XVII, la escuela francesa tenía gran fama por su refinamiento, calidad y subtibilidad técnica.

A inicios del Barroco se añaden las cuerdas graves. Se va convirtiendo su música en más teatral gracias a los ballets de la corte.

En Italia hacia 1650 o Francia en 1680, el laúd fue relegado por el clavecín.

El laúd cayó en el olvido en los inicios del s.XVIII.

Actualmente forma parte del folclore y las canciones populares y es uno de los instrumentos típicos de las “tunas universitarias”.

Laúd español.

Bibliografía: www.musicaantigua.com
 Sonia García Sánchez

domingo, 26 de agosto de 2018

¿ Por qué se homologa un sendero?


El auge actual que vive el turismo de naturaleza, ecoturismo, turismo o mil apelativos más con que le deseen rebautizar los teóricos en esto de la promo,   supone una oportunidad más que notable para que aquellos municipios cuyo principal recurso es un medio natural bien conservado pueden tener un buen argumento para ser visitados. Para ser conocidos, para que el público se pregunte por ellos…para situarse en el mapa, vaya.


Existe un público ávido de emociones fuertes que cada fin de semana se calza unas botas de trekking y busca un lugar donde huir del estrés urbanita que les ahoga de lunes a viernes. Respirar…encontrarse a sí mismos. O Simplemente contemplar paisajes y fauna novedosos.
Este reducido (pero creciente) público, normalmente gusta alejarse de aquello más transitado y buscarse las habichuelas ellos mismos. Pero el hecho de que un municipio o territorio posea unos parajes bien conservados supone no sólo una oportunidad, como hemos dicho, sino una responsabilidad.

Pongámoslos en conocimiento para todos aquellos interesados. No se trata de convertir nuestro monte en una romería. Tan sólo de que se sepa de nuestra existencia y de lo que  podemos ofrecer.

¿ Por qué homologar un sendero? Vaya por delante que no es ni un objetivo ni un capricho llenar el monte de señales, pintura y paneles como si fuera una casita de muñecas. Todo, absolutamente todo, ha de cumplir una función. Si no es absolutamente imprescindible…dejar que hable la naturaleza, que ella  sabe muy bien expresarse.

Caminos y senderos ya existen. La Ruta,hay que crearla. En este caso, nuestra finalidad es articular un itinerario que recoja los lugares más significativos del  Espacio natural que recorre de un modo accesible y atractivo; en muchos casos de modo circular para que el senderista siempre tenga ese estímulo de la sorpresa cuando dobla un recodo del Camino. Las subidas a Montañas están muy bien, pero una vez que se ha llegado a la Cima, nos hemos hecho la foto,y nos hemos recreado en nuestra hazaña; el regreso por el mismo sitio parece que tiene poco que ofrecernos. El objetivo de una Ruta senderista es que sea interesante de principio a fin.

Se señaliza, se ponen balizas, se pinta para que el visitante en todo momento tenga la seguridad de que va por el Camino correcto. Nuestras señales son el guía. Los paneles ayudan a la Interpretación del Patrimonio, tanto natural o cultual, aportando información y datos que el visitante seguramente desconocía. Sabemos que hemos señalizado bien cuando realiza el sendero alguien que jamás ha estado en ese Monte…y ni se pierde ni duda. Por eso no debemos dar por supuesto que todos los que harán el sendero tendrán la orientación de un indio Mohicano. Un señalización poco clara podría ser incluso peligrosa.

Homologar un sendero es darle un plus de calidad. Una garantía para el visitante de que no va a acabar perdido en medio de la nada, porque hemos pasado unos controles. Una eficaz medida de difusión, puesto que supone  formar parte de una red que abarca todo el territorio Nacional, por medio, en primer lugar, de la página web de la federación de Montaña y de otras muchas de promoción turística.

Supone una oportunidad no sólo para que se conozca nuestro medio natural, sino también para dar a conocer otros aspectos que la localidad podría ofrecer, ya sea de carácter monumental y arqueológico; festivo, agrícola, gastronómico, etnográfico…Unamos ese sendero, ese medio natural, al resto de los recursos que posee ese territorio. Las culturas siempre han crecido en torno a un ecosistema que las ha moldeado. Vendámoslo como un todo.

La seguridad que otorga un sendero Homologado a menudo atrae a público menos especializado: Grupos de amigos e incluso familias (dependiendo de la dificultad de nuestro sendero). Esta gente es fácil que después de la Ruta quieran darse un paseo por la localidad, comer algo (Y tenemos muchas delicias que ofrecer); o como mínimo tomarse  algo fresco en el bar del pueblo. Ingresos directos, y sobre todo buena publicidad si han sido bien tratados y no se han encontrado con el típico carahogaza borde que les recitó “aquí no hay nada de comer”.

El conocimiento de nuestros recursos naturales también va a hacer posible que se cree una conciencia para su mayor protección, y las autoridades tomen medidas (control de la  caza, acceso a caminos públicos, restauración de la masa arbórea autóctona, puesta en valor de restos arqueológicos, etc).

La naturaleza es el mejor maestro posible, nosotros lo único que tenemos que hacer es saber dónde encontrarle. Un sendero Homologado es algo muy positivo para una localidad si le damos un trazado atractivo. Y nuestro PR-TO 23, lo es, en palabras de especialistas. Veamoslo como un Patrimonio que cuidar y del que estar orgullosos. A ello estamos dedicando nuestro esfuerzo y trabajo.


viernes, 24 de agosto de 2018

Rosquillas de Anís


ROSQUILLAS DE ANÍS

Los postres fritos han sido unos de los más populares de la zona centro de la península, debido a la presencia del aceite de oliva y de la grasa proveniente del cerdo.

Estas masas tienen en común la utilización de harina, aceite de oliva o manteca de cerdo, azúcar y huevos. Existen además en cada receta de postres fritos diferencias que las hacen característicos, por ejemplo: el licor de anís en las rosquillas, el vino blanco en los pestiños, el orujo en las flores manchegas, etc.

Todas estas recetas están ligadas con festividades como Semana Santa, Carnavales, el Día de Todos los Santos. Los postres ayudaban a festejar y a endulzar estos días.




INGREDIENTES:
  •          500 g. de harina de trigo
      ·    150 g. de azúcar
  •          3 huevos  
  •          100 ml. de aceite de oliva
  •          1/2 copita de licor de anís
  •          1 sobrecito de levadura royal
  •          Ralladura de un limón
  •          Aceite de oliva para freír
  •          Azúcar para rebozar  
ELABORACIÓN:
  1.     Freír los 100ml de aceite de oliva y dejar enfriar.
  2.     En un bol poner la harina, el azúcar, la ralladura de limón y la lavadura royal, mezclar bien.
  3.     Añadir los huevos, el licor de anís y el aceite frito y frio. Amasar bien hasta que no se pegue en exceso.
  4.     Hacer una bola con la masa, untar de aceite y tapar con un paño, dejar reposar una hora para que se relaje la masa.
  5.     Formas las rosquillas con las manos. Si se pega, untar las manos con un poco de aceite.
  6.     Poner en una sartén honda el aceite de oliva y cuando este bien caliente ir añadiendo las rosquillas. Añadir las suficientes para que no se toquen y no se peguen entre ellas.
  7.     Una vez doradas sacar, escurrir y rebozar en azúcar.