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jueves, 9 de agosto de 2018

El Corzo.


El corzo (Capreolus capreolus) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Cervidae. Es el cérvido más pequeño de Eurasia Su área de distribución, se extiende, desde Europa occidental, hasta el norte de china, exceptuando, el sur de Grecia, el norte de escandinavia, y las islas de Irlanda, Córcega, Cerdeña, Sicilia, Creta y Chipre.

Su dieta consiste en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Es un animal más ramoneador que de pastos, aun cuando se adapta fácilmente a esta dieta donde falta la masa arbustiva. En estado adulto el corzo tiene una altura en la cruz de unos 75 cm. como máximo y un peso de entre 20 y 30 kg. Los machos presentan cuernas pequeñas, de tres puntas, que mudan cada año a principios del invierno y se han terminado de desarrollar ya cuando comienza la primavera.

El corzo es un animal tremendamente adaptativo, pudiendo vivir tanto en bosques cerrados, como en amplias praderas. Habita gran variedad de latitudes y altitudes, tipos de hábitats por los que se distribuye y especies vegetales que consume. No rechaza habitar cerca de poblaciones donde se le puede ver en cementerios, parques suburbanos, carreteras y vertederos, acudiendo a comer y beber a establos, cultivos, abrevaderos, acequias, casas deshabitadas y otras construcciones humanas. Es por eso la especie más conocida de su área. 

Prefiere paisajes con un mosaico de bosques y tierras de cultivo, con estratos arbóreo, arbustivo y herbáceo, y por ello está bien adaptado a las zonas agrícolas modernas.

El corzo presenta una distribución muy amplia en Europa, y sus poblaciones son muy abundantes en algunos países, además de haber experimentado un gran aumento en España como consecuencia del abandono del medio rural y de unas prácticas cinegéticas más racionales. En Gran Bretaña, donde la especie quedo reducida a las tierras altas, se ha producido una recolonización de la mayor parte de los hábitats disponibles en la isla. En países con poca superficie boscosa como Dinamarca u Holanda la especie coloniza sin problemas prados, zonas pantanosas e incluso tierras agrícolas.

En Alemania, es la especie de caza mayor más presente y fácil de observar, encontrándose incluso en grandes parques urbanos. Es ubicuo en todos los países centroeuropeos, donde es muy cazado, y si bien cause daños a la agricultura y la silvicultura, cumple un importante papel como fuente de alimento para depredadores como el lobo o el lince.

En Escandinavia (Suecia, principalmente) estos son más abundantes en zonas donde el corzo esta presente. En Laponia, sin embargo, no hay apenas corzos.

Al final del otoño y durante el invierno los corzos son especialmente tolerantes unos con otros, siendo posible ver pequeños grupos en algunas de las áreas, donde el alimento es más abundante. Ello es debido a una estrategia de supervivencia invernal, porque así limitan el riesgo de verse sorprendidos por depredadores. También se pueden juntar a rebaños de ganado doméstico, como ovejas. Sin embargo a finales de febrero o marzo se van dispersando.

Las hembras viven con una o dos crías que hayan tenido ese año. Es normal que éstas pasen escondidas la mayor parte del tiempo y la hembra solo se acerque para amamantarlas, aunque siempre se mantenga vigilante en las inmediaciones. Algunas personas, al descubrir una cría en la espesura, la creen abandonada y se la llevan. Éste es probablemente el mayor peligro que acecha al corzo, pues rara vez se adapta a la domesticación y muere a los pocos días.


Por su parte los machos pueden ser solitarios o vivir con una hembra y sus crías. En su ciclo anual se dan épocas en las que los machos son territoriales. La territorialidad es parte del comportamiento reproductivo. A principios de la primavera empiezan a delimitar sus territorios. Aunque los machos muestran comportamientos territoriales durante la primavera, existe una tolerancia entre sexos, solapándose sus territorios. Un buen territorio para un macho estará solapado con el de diversas hembras, de forma que pueda cubrir a varias a lo largo de la temporada de celo.

En la época de celo, (llamada "La Berrea"), a inicios del verano, se vuelven fuertemente territoriales y tratan de mantener a los otros machos lejos de su área de influencia en todo momento, al tiempo que tratan de atraer a las hembras para aparearse con ellas. Lejos de lo que pueda parecer, la agresividad del corzo frente a otros machos en el periodo de celo es brutal, pudiendo llegar a dar muerte a su rival. 


Los corzos presentan una cornamenta de tres puntas por cuerno, como formación normal, pero pueden darse casos de cuernos con más de tres puntas, o rectos, sin puntas; estos últimos son muy peligrosos para el resto de corzos. El corzo es uno de los pocos ungulados con implantación diferida, por lo que ésta no se da casi nunca en el momento del apareamiento, sino a veces incluso meses después. De todos modos, lo normal es que el alumbramiento de las crías (una sola en las madres primerizas, dos en los partos siguientes) se produzca en el mes de mayo.

¡Un saludo!

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