El conejo común o conejo europeo (oryctolagus cuniculus), es un mamífero de la familia Laporidae, muy fácil de encontrar en el campo ibérico.
Se caracteriza por tener un cuerpo cubierto de un pelaje espeso y lanudo. El conejo salvaje mide de 34 a 50 cm (longitud cabeza y cuerpo), las orejas miden de 4 a 8 cm. Su peso varía de 1,2 a 2,5 kg. Posee una piel de color pardo leonado pelirrojo, a veces colorado que permite su camuflaje para evitar a sus depredadores.
Los dientes de un conejo, particularmente sus incisivos, crecen sin cesar. El conejo debe constantemente desgastar sus dientes con el fin de evitar que se vuelvan demasiado largos.
Su área de distribución abarca el norte de África y toda Europa hasta Rusia, siendo introducido en muchos lugares del continente con motivos cinegéticos. A lo largo de la Historia también ha sido llevado al estado de Washington (Estados Unidos), Chile, Sudáfrica y Australia, donde los conejos cimarrones se han convertido en la principal plaga del país debido a la ausencia de depredadores y competidores naturales. El conejo está considerado una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Vive en áreas secas próximas al nivel del mar con un suelo arenoso y blando para facilitar la construcción de madrigueras. Habitan en bosques aunque prefieren campos extensos cubiertos por matorrales donde pueden esconderse.
El conejo es un animal gregario y territorial (territorios de menos de 15 m², en ocasiones solo hay uno o dos conejos). En óptimas condiciones de terreno y alimento prefieren vivir en largas y complejas conejeras o madrigueras. En ellas habitan de seis a diez individuos adultos de ambos sexos. La jerarquía de dominancia es importante en los machos ya que establece quién tiene prioridad para el apareamiento.
Animal de hábitos nocturnos y crepusculares, se alimenta desde que anochece hasta que amanece y pasa la mayor parte del día en sus madrigueras.
Habitualmente son muy silenciosos pero emiten fuertes chillidos cuando están asustados o heridos. Otros tipos de comunicación son los olores y el contacto físico.
Ante la presencia de un potencial depredador permanece inmóvil intentando pasar desapercibido antes de huir a la carrera hasta un refugio. Este comportamiento provoca muchos atropellos, especialmente durante la noche.
Golpean el suelo con sus patas traseras, y lo pueden hacer varias veces dependiendo de lo exaltados que estén, cuando se enfadan, tienen miedo o cuando las hembras no se dejan cubrir durante la reproducción.
Se considera que una hembra ha alcanzado su pubertad a las diez semanas de vida, aunque no resulta conveniente iniciar su vida reproductiva a esta edad, pues de lo contrario, la hembra no tendría su completo desarrollo corporal y su fertilidad se vería afectada en partos sucesivos, es por ello que se recomienda iniciar la vida reproductiva de las conejas cuando estas han alcanzado los 3 kg. de peso aproximadamente (que corresponde a un 80 % de peso vivo adulto en razas productores de carne), o bien, cuando han cumplido los cuatro meses y medio de edad. Son fértiles durante todo el año pero la mayor cantidad de nacimientos se dan durante la primera mitad del año. El periodo de gestación dura treinta y dos días y las camadas oscilan normalmente entre cuatro y doce individuos. Pueden tener varias camadas al año aunque los abortos espontáneos y la reabsorción de embriones son comunes, posiblemente debido al estrés.
Los neonatos, llamados gazapos, nacen sin pelo y ciegos. La madre sólo los visita unos pocos minutos al día para cuidarlos y alimentarlos con su leche. Los pequeños son destetados a las cuatro semanas de vida y tanto machos como hembras alcanzan la madurez sexual hacia los 8 meses de edad. Aunque pueden llegar a vivir diez años, el 90 % de los ejemplares no supera el primer año de vida.
Fuente Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Oryctolagus_cuniculus
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