El ESPARTO:
Su nombre científico es Stipa tennacissima, el esparto es el nombre con el que se conoce en
España a unas fibras obtenidas de diversas plantas silvestres del grupo de las
gramíneas, así como a las plantas mismas.
Con dichas fibras se elaboran sogas,
alpargatas, cestos y estropajos, la manufactura del esparto ha sido parte
importante de la economía de muchos pueblos de España y, aunque ya poco
importante, aún se sigue trabajando. También se puede hacer de forma artesanal
aunque lo pueden realizar máquinas caseras.
En el ámbito de la construcción, se usa para
armar la escayola, dotándola de una gran resistencia a la tracción, sobre todo
en la formación de sujeciones de placas de escayola armada con fibra de vidrio
para la realización de falsos techos.
El esparto ha sido uno de los materiales más usados en la
elaboración de objetos dirigidos tanto al ámbito doméstico(cestas, canastos,
esteras…..), como al desarrollo de las actividades agro ganaderas(serones,
capachos, cuerdas….), su área de extensión es más bien reducida aunque propia
del material mediterráneo se encuentra en países como España, áreas de Italia y
países del norte africano, desde Marruecos a Egipto.
Es una hierba perenne, cespitosa, de hojas filiformes hojas hermafroditas reunidos en
panojas laxas, y fruto en cariópside con tallo de entre 70-60 centímetros, muy
valorada por los romanos precisamente por su alta resistencia y perdurabilidad.
De los bordes de esta planta salen dos hilos que se arrancan
cuando la planta está verde, estos hilos trenzados o tejidos serán la base de
los aparejos del esparto. Trenzados son las llamadas “tomizas” y tejidos forman “las
pleitas o tira anchas”. La pleita se cosía normalmente con tomizas, y se
basteaban (se reforzaban) con tomizas más gruesas llamadas “tomizones”.
La manufactura del esparto ha sido parte importante de la vida
cotidiano de nuestro pueblo.
Desde tiempo inmemorial, en el mundo rural encontramos objetos
empleados tanto en el utillaje del agricultor como en los del ganadero. También
ha estado presente en todo lo relacionado con la confección de herramientas
para la casa de labor, serijos, cestos alforjas, serones, bomboncillas,
espuertas, etc.
PROCESO DE OBTENCIÓN
Y TRANSFORMACIÓN DEL ESPARTO. Después de consultar una gran cantidad de
bibliografía, he podido encontrar que solamente existen dos procesos de
transformación del esparto en una fibra útil para la elaboración de productos
útiles para el hombre. Como se podrá comprobar posteriormente, los dos procesos
son bastantes parecidos, aunque uno es mucho más complejo que el otro.
Proceso Industrial. Las fases que se
tenían que seguir para la obtención del producto final eran:
Arrancamiento.
Durante el verano los hombres se desplazaban a los atochares que se
desarrollaban, principalmente, en paisajes, de desérticas llanuras o de montes
arriscados. El proceso era una dura faena, realizada a pleno sol.
Resultaba ser un trabajo fuerte, en el que se
precisaba auxiliarse de una varilla de acero, o bien de madera y delgada, con
una longitud aproximada entre 20 y 25 cm., cuya punta terminaba en una pequeña
curva y porra, que se ataba a la muñeca y antebrazo. Por la otra parte se
arrollaba la fibra de esparto para que en el brusco tirón despegara de la
atocha y saliese. Este elemento recibía nombres tales como cogedera,
agarradera, collaza o collazo. Un ejemplo es el que se presenta a continuación.
Transporte. Una vez arrancada
una cantidad considerable se desplazaba a un lugar cercano a hombros, tal y
como se puede apreciar en la fotografía. Acabada la jornada, todo el esparto
cogido durante el día era transportado a hombros de toda la familia o en un
burro.
Secado. La faena de secar
podía durar todo el otoño e incluso gran parte del invierno. Con esto se
conseguía que el esparto perdiera su color verdoso y tomara el color dorado que
lo caracteriza.
Proceso de
Fermentación.
Una vez secado, se trasladaba a los lugares en los que existían las industrias
que lo trabajaban. A las afueras de esas ciudades, eran metidas en grandes
balsas de agua en las que se las mantenía casi todo un mes en un proceso de
fermentación, lo cual, provocaba fuertes olores insalubres, a su alrededor. Una
vez pasado este tiempo, se sacaba y se ponía de nuevo a secar al sol.
Majado. En esta fase, se
pretendía eliminar la corteza que mantiene al esparto sus fibras unidas en un
tallo y que por tanto se ha de destruir aplastándolo. De ello se encargan unas
mujeres, llamadas picadoras, que ponían los manojos de esparto bajo unos mazos
de madera que subían y bajaban con gran rapidez y estruendo, logrando de ese
modo, el machacado de las fibras. Este trabajo resultaba duro y arriesgado. El
manojo de esparto había que manejarlo con las manos, y los dedos se movían
continuamente bajo la amenaza del pesado batán que lo golpeaba.
Rastrillado. Se continuaba con
el rastrillado para así peinar el tallo que fue fermentado y quebrantado. Se
realizaba en manojos, que se rastrillaban, haciéndolos pasar con fuerza y
habilidad por unos peines verticales de agudísimas puas de acero, para así, ir
aislando, fibra a fibra, cada vez más finas, las numerosas que cada tallo
tiene.
Hilado. Tras el proceso
anterior, se disponía de la fibra inicial. Con ella se podían hacer hilos,
siendo los encargados los hiladores, que utilizaban un artefacto, en forma de
rueda, movido, con un sentido giratorio, por un chiquillo, para que, mientras,
el hilador andando hacia atrás, tuerza las fibras y así formar un hilo. Con
varios hilos se consigue un cabo, y con varios cabos una maroma, y siempre,
todo, a mano.
Acabado. La cuerda obtenida
tenía una serie de irregularidades debidas a que en el proceso anterior, la
fibra se astillaba, de vez en cuando, asomando sus puntas, provocando asperezas
molestas y desagradables. Por lo que, unas mujeres, con tijeras, les iban
quitando dichos defectos. En todo este proceso, intervenían un gran número de
personas, cada una de ellas con una función determinada, entre las que podemos
destacar los siguientes oficios que giran entorno de esta industria:
cosecheros, guardas, arrancadores de esparto, capataces, pesadores, carreteros,
mozos auxiliares de carga y descarga, balseros, cargadores y vaciadores de balsas,
machacadores, carpinteros, encargados, atadores, rastrilladores, hiladores,
peladoras, etc.
Aplicaciones del
Proceso Industrial.
Algunas de ellas son:
- Cordelería. Dentro de esta aplicación encontramos artículos tales como: 1.- Filásticas. Se presenta este hilo en bobina o en ovillos. Entre sus aplicaciones está en paquetería (para atar, amarrar o empaquetar), en agricultura (agavillado), así como para cosido de sacos y atado de sus bocas, como envoltura para proteger hilos metálicos en redes telefónicas,
- Filetes. Se presenta en madejas de treinta metros y en bobinas por peso. Sus aplicaciones son las mismas que el anterior. Aunque hay que destacar que se empleaba en la confección de asientos y respaldos de cuerda, en el mobiliario usualmente llamado de estilo español antiguo. También se empleaba para realizar el calzado llamado espartera.
- Piolas. Se presenta igual que los filetes. Se emplea para la elaboración de otras cuerdas más gruesas. Sus aplicaciones son las mismas que las que se han indicado para los filetes cuando por sus circunstancias demandan una cuerda de mayor resistencia.
- Betas o maromas. Se presenta en rollos. Se utiliza para la elevación de aguas en pozos y aljibes, atado y enyuntado de caballerías, para el izado de materiales de construcción, etc. 5.- Calabrotes. Presentados en rollos, son cuerdas para el fondeo y amarre de barcos. - Trenzados. Son las llamadas trenzas o sogas. Se utilizan para el atado de pieles de aceite y vino, para la confección de suelas de alpargatas, para el amarre de fardos de cartón, etc. - Capachos.
Aplicaciones del
Proceso Artesanal.
Entre los utensilios y objetos fabricados
tradicionalmente en nuestro pueblo con esparto, encontramos los siguientes.
Junto a cada uno de ellos, explico brevemente lo que es cada objeto.
- Aguadera. Especie de angarillas de madera, esparto u otra materia, con sus correspondientes divisiones que se acomodan sobra las caballerías para llevar en cántaros el agua y otras cosas.
- Albarda. Aparejo de las bestias de carga, compuesto de varios elementos fabricados con esparto como son los mazos, la cerneja, atarre, cincha y el ramal.
- Alpargatas. Aunque lo usual era que las alpargatas se fabricasen con cáñamo, la soga de esparto se utilizó en momentos de escasez de aquel y para abaratar costes.
- Arpil. Especie de serón que presenta un aspecto reticulado (a modo de red) para el transporte de material voluminoso y de poco peso como es el caso de la paja. EL ESPARTO Y SU ARTESANÍA: UNA APROXIMACIÓN AL PATRIMONIO CULTURAL... 163
- Atarre. Cincha de esparto que rodea las ancas de la caballería pasando por debajo de la cola y sirve para impedir se desplace el aparejo hacia adelante al bajar las cuestas.
- Bozo. El cabestro o cuerda que se echa a las caballerías sobre la boca para evitar que comieran durante el transcurso de un desplazamiento.
- Cantimplora. Recipiente pequeño fabricado con esparto e impermeabilizado con pez griega utilizado para el transporte de agua.
- Capazo. Espuerta grande de esparto.
- Cernacho. Especie de arpil pequeño de orificios reducidos lo suficiente para no dejar escapar los caracoles a los que está destinado este objeto. También llamado cachulero. - Cerneja. Manojo de hilos cortos y espesos que tienen las caballerías sobre las cuartillas de los pies y las manos.
- Cesto. Recipiente o cesta grande de esparto.
- Cincha. Faja de cáñamo, esparto u otro material con que se asegura la silla a la cabalgadura.
- Cobija. Mantillo de esparto con que se cubre los genitales de los machos del ganado caprino, entre otros, para evitar que fecunden a las hembras.
- Colmenera. Especie de vaso cilíndrico destinado para la habitación de las abejas para que fabriquen allí sus panales.
- Costal. Saco grande, utilizado para el transporte de grano o semillas. - Esparteña. Calzado.
- Espuerta. Especie de cesto de esparto, con dos asas pequeñas, que sirve para llevar de una parte a otro cualquier objeto.
- Estera. Pieza para cubrir el suelo de las habitaciones, entre otros usos.
- Garbillo. Instrumento de labranza que sirve para limpiar el grano.
- Guita. Cuerda delgada, formada normalmente con tres cabos.
- Onda. Especie de trenza, que sirve para arrojar piedras violentamente.
- Marguan. Es una especie de recogedor de residuos, que incluye dos pequeñas asas; era utilizado en la limpieza de una casa y para retirar las cenizas sobrantes de la combustión de un hogar.
- Mosquetero. Mantillo utilizado para preservar a la caballería de las moscas.
- Pleita. Banda que resulta del entrecruzado de unos 15 ramales de esparto.
- Ramal. Cada uno de los cabos que se componen las cuerdas torcidas de esparto. - Sembradera. Bolsa o capazo alargado con un asa mayor para el hombro, utilizada para transportar los granos de la siembra.
- Serón. Especie de espuerta grande, regularmente sin asas, más larga que ancha, que sirve para la carga de la caballería.
- Soga. Especie de cuerda que entrecruza tres ramales de esparto y que cuenta con numerosas aplicaciones como para atar los haces.
- Soguillo. Soga más estrecha que al ser de esparto picado incluye más ramales.
- Traba. Instrumento de esparto para sujetar las patas de la caballería y evitar que puedan despistarse. Y muchas más aplicaciones, ya que el esparto ofrece unas posibilidades muy amplias para la fabricación de objetos. Se ha centrado la atención en éstas, porque han sido elementos muy utilizados por nuestros mayores, y que muchos de nosotros no hemos llegado a conocer. Para ello, para que se conozcan, junto a su utilidad, ha sido el fin de poner tan innumerable número de aplicaciones.
BIBLIOGRAFÍA.
1.- Estudios y experiencias sobre el esparto (Tomos I y II) Ministerio de
Industria y Comercio y de Agricultura. Madrid, 1951.
2.-
GONZÁLEZ CANO, Jorge y LÓPEZ CORDERO, Juan A.: Gentes de Mágina. Asociación
para el Desarrollo Rural de Sierra Mágina. Cambil, 1999.
3.-
MESA FERNÁNDEZ, Narciso: Historia de Jódar. Asociación Cultural «Saudar».
Jódar, 1996.
4.-
RAMOS, Ángel, CIFUENTES, Pedro, GONZÁLEZ, Santiago y MATAS, Luis: Diccionario
de la Naturaleza. Espasa Calpé. Madrid, 1998.
5.-
Díptico de «Las Quebrás» Asociación Ecologista «Guardabosques de Jódar», 2001.
6.- Fuentes Populares.
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