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jueves, 16 de agosto de 2018

El Águila Imperial.



El águila imperial ibérica,​ (Aquila adalberti), es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Es un ave endémica de la península ibérica. Su nombre binomial conmemora al príncipe Adalberto de Baviera.


El plumaje de los adultos, es de color pardo oscuro, excepto en los hombros y la parte alta de las alas, donde es de color pardo salpicado de plumas blancas. Por lo general, la nuca es más pálida y la cola más oscura que el resto del cuerpo. Las águilas alcanzan la edad adulta a los cinco años, al mismo tiempo que la madurez sexual. Las águilas jóvenes de menor edad, van cambiando el color del plumaje de más claro a más oscuro en fases llamadas "damero".

Viven unos veinte años de media, aunque pueden vivir más del doble.

El tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura, y 2,8 kg., si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3,5 kg. La envergadura del ala varía entre los 1,8 y 2,1 m.
Sus territorios abarcan una gran cantidad de hábitat, desde pinares en las zonas de montaña a sistemas de dunas y marismas en zonas de costa. Sus mayores densidades se alcanzan en terrenos llanos o con relieves suaves, con formaciones arbóreas de importancia, aunque no dominantes (dehesas) y con buenas poblaciones de conejo.

Dentro del territorio del águila, de su zona de campeo, se pueden distinguir tres zonas: la zona de nidificación; la zona de alimentación cercana, el cazadero más habitual que es defendido por la pareja para su uso exclusivo; y la zona de alimentación lejana que se usa de manera más ocasional, su uso es compartido con otras parejas y otras rapaces, y se usa más fuera de la época de cría.

El águila imperial ibérica es monógama y no migratoria, cada pareja defiende su zona de caza y reproducción (unas 2.000 hectáreas) durante todo el año. La época de celo se da de marzo a julio, durante el cual las águilas reacondicionan uno de los nidos que han usado durante años rotando de uno a otro. Estos nidos están situados en la copa de árboles. La puesta típica consta de cuatro a cinco huevos de 130 g. de peso que se incuban durante cuarenta y tres días. Es común el que se desarrollen hasta tres aguiluchos, aunque si el año es malo y hay poca comida, el polluelo mayor será el único en prevalecer.

Los jóvenes abandonan el nido entre sesenta y cinco y setenta y ocho días después de nacer, pero continúan viviendo en las inmediaciones y siendo alimentados por los padres durante cuatro meses. Pasado este tiempo, se independizan y emprenden una vida nómada. Cuando alcanzan la madurez sexual suelen visitar los límites de los territorios de parejas sedentarias a la búsqueda de algún individuo de sexo contrario «soltero» o «viudo». Los jóvenes nómadas son frecuentemente atacados por las parejas de adultos en cuyos territorios se han adentrado.

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